Capítulo 8

Arribes del Duero

Tras los pasos de Unamuno

«España está, en gran parte, todavía por descubrir y no menos en el aspecto pintoresco que en otros aspectos diversos».

«Los Arribes del Duero. Notas de un viaje
por la raya de Portugal
ilustradas con 15 fotografías»
Hojas Selectas n.º 37, 1905

Con estas palabras Unamuno da comienzo a la narración de un viaje por los Arribes del Duero. Es un lugar fascinante, gestado millones de años atrás, por donde el Duero avanza entre tierras de Zamora, Salamanca y Portugal. El desnivel llega a alcanzar los 400 metros. Casi medio kilómetro de altura en una tierra fronteriza conocida por todos como La Raya.

Unamuno realizó un primer viaje durante los carnavales de 1898. Cuatro años después, en los primeros días de mayo de 1902, regresó en compañía del médico Enrique de Areilza, el abogado Leopoldo Gutiérrez Abascal, el escritor Pedro Eguillor, además de su amigo Agustín del Cañizo y, como guía, el tío Mateo.

A continuación, presentamos un pequeño homenaje en forma de video-creación. Son fragmentos de un hombre sensible ante la inmensidad de un paisaje que hoy trasladamos al presente.

«¡Los siglos de siglos que habrá necesitado el agua para excavar tales tajos y reducir semejantes cascadas!»

Miguel de Unamuno