Capítulo 2

El Duero niño

Balada del Duero infante

Acompañamos al Duero en sus primeros pasos. Entre pinares, hayedos y robledales se asoman a su ribera pequeños pueblos: Duruelo de la Sierra, Covaleda, Salduero, Vinuesa, La Muedra, Garray… Un Duero niño sobre el que el poeta Gerardo Diego se preguntaba:

¿Cuántos años, meses, días?
Horas solo cumple el Duero
cuando pasa por Salduero.
Allá arriba, Urbión relumbra.
Nieve en mayo y en enero.
Ríe y llora, llora y ríe.
¿Cuántas gotas tiene el Duero?

Gerardo Diego
«Balada del Duero infante» [Fragmento]
Revista La Cotorra, 1922.

Hans Praesent

Vistas del cauce del Duero en la provincia de Soria

1913. Serie Viaje a España, 1913

© Deutsche Fotothek / Hans Praesent

Hans Praesent

El cauce del Duero con el Pico de Frentes al fondo

1913. Serie Viaje a España, 1913

© Deutsche Fotothek / Hans Praesent

Cerca de 900 kilómetros tiene por delante. Cinco provincias castellanoleonesas repartidas en 572 kilómetros (Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y Salamanca), 112 kilómetros de frontera internacional y más de 200 en tierras portuguesas. Y el río siempre allí, como fuente de inspiración para poetas y artistas. También para arqueólogos llegados de muy lejos y fotógrafos, como el alemán Otto Wunderlich, que dejó para la posteridad un paisaje al atardecer entre troncos dispersos en Covaleda.

Vinuesa, Duruelo de la Sierra y Covaleda son pueblos de tradición maderera gracias a las grandes extensiones de pinares.

Otto Wunderlich

Covaleda, paisaje al atardecer

1928-1936

Archivo Wunderlich, IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte

Otto Wunderlich

Covaleda, paisaje al atardecer

1928-1936

Archivo Wunderlich, IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte

«Vinuesa, el pueblo que vive de sus pinares»
Estampa, 20-09-1933

Gonzalo Miguel Ojeda (Photo-Club)

Puente sobre el río Duero en Covaleda de la Sierra

1924

Archivo de la Diputación de Burgos

Cuaderno del Duero

En Covaleda pasó la noche el escritor Julio Llamazares acompañado del fotógrafo Ángel Segura Valle, Modoso. Así lo apodó en su Cuaderno de Duero, un cuaderno de notas sobre un viaje realizado en la primavera de 1984 a lo largo del río Duero hasta Peñafiel, en Valladolid. Sus apuntes no son sino reflejo de la necesidad del ser humano de escribir lo que ve. Son los cuadernos de viaje… En ocasiones, «libros que no llegaré a escribir», en palabras del autor. Dan cuenta de nuestro entorno y de sus gentes. De los paisajes del alma, que decía Unamuno.

«La nieve ha desaparecido de los tejados de Covaleda, pero de los canalones caen grandes chorros de agua. Agua para el río Duero. El cielo está muy nublado, violento y negro. Y, al fondo, la gran mole de Urbión, completamente nevada. Nieve para el río Duero. Será imposible subir ya a su nacimiento en varios días».

Julio Llamazares
Cuaderno del Duero
1999. León. Ed. Edilesa.

Amador Carrascosa

Vista del río Duero. Soria

ca.1958.

AHPSo 3426

El arqueólogo Hans Praesent nos deja para el recuerdo esta fotografía de Garray, último pueblo antes de llegar a la ciudad de Soria y antesala del yacimiento arqueológico de un mito universal: Numancia.

Hans Praesent

Vista de Garray con puente sobre el río Duero

2 de octubre de 1913. Serie Viaje a España, 1913

© Deutsche Fotothek / Hans Praesent

Un globo sobre Numancia

Rioja de Pablo

Transporte del globo cautivo Príncipe de Asturias a las inmediaciones de Numancia

1910

AHPSo 14512

«Ayer no pudo elevarse el globo cautivo Príncipe de Asturias sobre las ruinas de Numancia, a causa del fuerte viento reinante». Así empieza el telégrafo enviado al diario El Mundo el 21 de noviembre del año 1910. «Esta mañana —prosigue— a las ocho y media, ascendió en él el teniente de ingenieros Sr. Ortiz, elevándose a 300 metros, obteniendo tres magníficas fotografías a pesar del viento».

El globo cautivo tuvo que ser amarrado por soldados a orillas del Duero hasta que, una vez cesado el viento, pudo ascender de nuevo. Poco después, según recoge el diario Imparcial (23-11-1910), el gas que llenaba el globo cautivo fue trasvasado al Urano, el cual se elevó libremente en dirección a Zamora.

Gracias a la investigación realizada por el académico Adolfo Roldán Villén, sabemos que los globos eran de color amarillo.

Isidro Fernández Fuertes

«Retrato de José Ortiz Echagüe [dcha.] con Emili Herrera Linares»
La esfera, 21 de febrero de 1914

Biblioteca Virtual de Prensa Histórica

El ingeniero Sr. Ortiz no era otro que el piloto y fotógrafo, maestro del pictorialismo español, José Ortiz Echagüe. Las vistas aéreas que tomó fueron de gran utilidad para los trabajos que el historiador y arqueólogo alemán, Adolf Schulten, venía desarrollando en el yacimiento desde 1905.

«Prácticas de aerostación en Soria»
Blanco y Negro, 1910

«Con el objeto de realizar excavaciones en el sitio donde estuvo la heróica Numancia, han llegado á esta población procedentes de la Universidad de Guettingen (Alemania) Mr. Schulten acompañado de otro individuo; esta mañana salieron á Garray (pueblo situado en la actualidad en el cerro donde estuvo Numancia) á practicar los trabajos necesarios. Es casi seguro que el viaje del rey D. Alfonso se efectuará el 24 ó 25 del actual. Comunicaré telegráficamente los sucesos.— Corresponsal»

Desde Soria (De nuestro servicio particular).
«Excavaciones importantes. El viaje del rey».
El Universo

17 de agosto de 1905

A. Carrascosa

Adolf Schulten durante las excavaciones en Numancia

Garray, Soria. ca.1910

AHPSo 2359

Fernando Villar

Adolf Schulten en el campamento romano El Castillejo con la familia de Aurelio González de Gregorio, inspirador del movimiento agrario soriano

Numancia, Garray, septiembre de 1906

AHPSo 3294 y 3296

Homenaje a los héroes numantinos

El año 1905 había sido decisivo para el futuro y la memoria de Numancia. No solo por la instalación del campamento arqueológico (1905-1912 y 1927), sino por la inauguración de un monumento que aún hoy resiste el embate de los tiempos. Es el obelisco en honor a los héroes numantinos, todo un símbolo de resistencia al invasor. Alfonso XIII fue el encargado de inaugurarlo. Los nombres de los jefes numantinos Ambon, Leucon, Litennon, Megara y Retógenes quedaron grabados por siempre.

«Monumento erigido a Numancia por el excelentísimo señor D. Benito Aceña, senador de Soria»,
La Ilustración española y americana, 15 de septiembre de 1905

«Monumento erigido a Numancia»,
La Hormiga de oro, 4 de abril de 1905

Hans Praesent

Numancia. Obelisco

21 de septiembre de 1913

Deutsche Fotothek.

Hans Praesent

Felipe Lubias entre las ruinas de Numancia

21 de septiembre de 1913

Deutsche Fotothek.

El Museo Numantino

Casi al tiempo de la puesta en marcha de los trabajos arqueológicos se construye el Museo Numantino. Juan Cabré, arqueólogo español de reconocido prestigio, documentó fotográficamente los hallazgos. Sus fotografías, conservadas en el Instituto del Patrimonio Cultural de España, poseen un alto valor testimonial. Cerámicas ilustradas con escenas de la vida cotidiana, relieves, hebillas de bronce, guerreros en combate… Y alrededor de todo, la riqueza del río Duero, que por entonces era navegable desde su cuenca media hasta Numancia.

Juan Cabré

Conjunto de fíbulas de bronce de diferentes épocas y tipologías expuestas en el Museo Numantino

Soria, 1911-1917

Archivo Cabré. IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte

Juan Cabré

Conjunto de jarras de cerámica restauradas procedentes de Numancia

Garray, Soria

Archivo Cabré. IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte

Jarra de cerámica con la escena del domador de caballos o posible escena ritual hallada en Numancia

Garray, Soria

Archivo Cabré. IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte

Juan Cabré

Un caballo que nos recuerda al Caballo de Soria, la fíbula que utilizaban los celtíberos para poder amarrar o abrochar sus armaduras.

Juan Cabré

Vitrinas del Museo Numantino con materiales arqueológicos procedentes de Numancia

Soria. 1916-1917

Archivo Cabré. IPCE, Ministerio de Cultura y Deporte