Este libro interactivo nos propone un viaje en el tiempo. El hilo conductor es el curso del río Duero, un río amable, fecundo y vertebrador; un río lleno de historia, leyenda y poesía que transcurre por cinco provincias de Castilla y León y encuentra su fin en las aguas batidas del Atlántico. Son cerca de 900 kilómetros de recorrido siguiendo las páginas de este singular álbum ilustrado donde la voz y la imagen adquieren movimiento.
Varias son las lagunas que coronan el encuentro de dos provincias en lo alto de los Picos de Urbión. La Laguna de Urbión en tierras riojanas y, en la provincia de Soria, la Laguna Negra y la Laguna Helada; algo más alejadas están también la Laguna Larga y la Culebra...
Seguir leyendoAcompañamos al Duero en sus primeros pasos. Entre pinares, hayedos y robledales se asoman a su ribera pequeños pueblos: Duruelo de la Sierra, Covaleda, Salduero, Vinuesa, La Muedra, Garray…
Seguir leyendoLa ciudad de Soria y su entorno se presentaban como un escenario perfecto para desarrollar historias de recelos, venganzas, desatinos y amores imposibles.
Seguir leyendo«Textos arcaicos dicen que, tres años después de la muerte del Cid, pasó por Esteban de Gormaz, “con viuda doña Jimena, sus hijas doña Cristina y doña María, y lucido acompañamiento de príncipes y guerreros, el fúnebre cortejo del entierro del mejor caballero de Castilla”».
Seguir leyendoEl Duero se abre paso por una tierra cada vez más fértil. El verano llega a su fin y en las bodegas se preparan para la vendimia.
Seguir leyendoAtardece en Peñafiel. Su castillo hoy alberga el Museo Provincial del Vino, todo un emblema de la denominación Ribera del Duero para el enoturismo. Desde lo alto se dominan los valles de los ríos Duero, Duratón y Botijas.
Seguir leyendoPoco nos queda para llegar al encuentro del Duero con Portugal. Dos ciudades monumentales se elevan en la orilla acariciando sus aguas: Toro y Zamora. Hasta esas tierras llegó el escritor Suso de Toro para reconstruir la memoria perdida de su abuelo Faustino.
Seguir leyendoUn total de 208 kilómetros entre viñedos, velas desplegadas de viejos rabelos y la eterna luz de poniente que nos conduce a la desembocadura. El punto de partida es Barca d’Alva.
Seguir leyendoLlegando a Barca d’Alva los viñedos se abren paso revistiendo las ondulaciones de las laderas del Alto Duero. Ya lo advertimos desde la orilla española, dispuestos en ordenadas hileras. Aquí, donde el calor puede llegar a ser sofocante, los troncos de las vides mantienen su pulso desde tiempo inmemorial.
Seguir leyendoUna fotografía de la construcción del puente Luís I entre los años 1881 y 1886 nos da la bienvenida a la ciudad de Oporto. Un referente de modernidad cruzando la belleza de un Duero eterno. Seguir leyendo